Cuando llega el verano, a todos nos gusta lucir unos pies bonitos, libres de
rozaduras, uñas encarnadas y callos. En esta época suele venir bien hacer una visita a tu podólogo para poner tus pies a punto.
Cuando sale un callo o heloma en los pies, la piel se vuelve gruesa y endurecida. Se producen en aquellas zonas en las que hay un rozamiento continuo y prolongado y se endurece debido a la presión.
Suelen ser dolorosos sobre todo al caminar, ya que aparecen en las zonas
del pie en las que se ejerce presión y pueden ser más frecuentes si usamos unos zapatos ajustados o incluso con el uso de tacones en las mujeres.
Es bueno acudir al podólogo para que esos callos puedan tratarse ya que no son lesiones graves y si las tratamos a tiempo evitamos que nos den más molestias y prevenir otras afecciones como puede ser una infección o úlcera, ante lo que es necesario que el podólogo elimine el tejido dañado y probablemente indique el uso de algún antibiótico.
Si quieres lucir en verano unos pies hermosos y sin dolor, vigila tus callos y
elimínalos!!!!